27 sept 2011

Ahora fue a la Basílica



Luego de la lamentable noticia del robo de la estatua en madera de San Benito de la Basílica de nuestra ciudad, aquí tenemos una carta frente a este hecho que nos duele a todos:




El patrimonio histórico  y cultural de Paysandú, se ve permanentemente atacado por el vandalismo o el hurto.
Así ha sucedido con varios monumentos, como el de La Madre, el de Artigas de la Plaza Acuña, el de Gabino Ezeiza y la pieza de cerámica ornamental de la fuente de la Plaza Artigas y por supuesto, el de los huesos del General Leandro Gómez.
Así y todo, el hurto tiene un destino por lo menos comprensible, el hacerse de dinero con la venta del material, generalmente bronce, o el de la pieza misma a coleccionistas, tan delincuentes como el ladrón.
El vandalismo sí es incomprensible y tiene múltiples formas que van desde escritura de frases en las paredes de los edificios públicos o privados, con mensajes estúpidos alusivos al fútbol, otros con insultos a no se sabe quién o con confesiones de frustraciones amorosas, a los que se le vienen sumando ahora los de los cumpleaños, hasta la rotura o destrucción total de bienes muebles o inmuebles que pertenecen a toda la sociedad.
Paysandú se destaca por este vandalismo sin razón, que representa la pérdida de valores de su sociedad y la falta de respeto de algunas personas por las cosas que significan símbolos para otras.
Ahora fue a la Basílica y a la grey católica a los que robaron, pero es a la comunidad sanducera toda a la que atacaron.



Saludos.









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