13 jul 2010

Historia del "Cementerio Viejo" - Monumento a Perpetuidad

Corría el Siglo XIX …

Uruguay surgía con un alto grado de inestabilidad política, económica y social.  En la segunda mitad del siglo, transita del Uruguay comercial, pastoril y caudillesco al Uruguay de la modernización.
Paysandú no escapa a las crisis que atravesaba el país, la inestabilidad de la campaña y el lento proceso de modernización. Pero en tiempos de Pinilla (1858-1864), verdadero impulsor del Paysandú moderno, “descuella por sus adelantos materiales”, y se eleva a la categoría de ciudad (1863)…
“No ha habido nunca en la historia una centuria más europea”, dice Eric Hobsbawn, refiriéndose al Siglo XIX… y “un aluvión de inmigrantes, un verdadero mosaico de razas que conforman una inusitada diversidad cultural”, llega a una ciudad que lentamente definía su destino de puerto.
Y en una necrópolis, toda población, pequeña o grande, ve reflejada su historia, sus períodos de esplendor o de crisis, su complejidad social, sus estructuras psicológicas…
… y Paysandú inicia el camino, tal vez sin parangón, para erigir un monumento hecho con monumentos…
En 1835 se habían iniciado los trámites para la construcción de un cementerio público… y en 1853 el cementerio “estaba para concluirse” … y hacia 1861 a su portada de hierro se le había adicionado dos grandes estatuas “de estaco”, que representaban la vida y la muerte… y fue bendecida su capilla… construida por el maestro de obras Francisco Poncini.
El 2 de diciembre de 1881, por iniciativa del vecino de Paysandú Luis Galán y Rocha, el cementerio, llamado viejo en la época, fue declarado Monumento Público a Perpetuidad.
 
¿Qué nos dice hoy este magnífico Monumento a Perpetuidad?
Refleja la sociedad de su época, sus valores, su representatividad social y credos religiosos.
Monumentos con una rica simbología en los que proliferan elementos masones, sajones y católicos.

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